Viajar en crucero es una experiencia única que combina la comodidad de un hotel (es como si no te movieras del sitio) con el atractivo de visitar varios destinos en un solo viaje. Y es que durante una travesía en crucero no tienes que estar pendiente de hacer y deshacer maletas o preocuparte por los desplazamientos, mientras vas de un lugar a otro.
Hacer un crucero es una forma diferente de conocer el mundo, como te contamos aquí, y aunque hay de muchos tipos (dedicamos un especial a los fluviales) todos tienen algo en común: son el medio de transporte más seguro para viajar, por delante del tren, el avión o el coche.
Pero hoy no te vamos a hablar de los cruceros en general ni de las curiosidades de viajar en crucero, hoy hablaremos de unos muy especiales, esos en los que puedes recorrer más de 20 países, hacer más de 30 escalas o visitar Sydney, Honolulu y San Francisco en un mismo viaje. ¿Adivinas de qué se trata? Sí, hablamos de dar la vuelta al mundo, recorrerlo en un solo viaje, el sueño de todos los que amamos viajar.
La duración
Si te estás planteando dar la vuelta al mundo en crucero, lo primero que debes saber es que una de las principales características de este tipo de viajes es la duración, ya que al tratarse de una vuelta al mundo, es obviamente un viaje largo. La duración media de un crucero de este tipo es entre 100 y 200 días, que varían en función de la ruta, las escalas o el tipo de embarcación en la que se lleve a cabo la ruta.
Lo cierto es que durante ese tiempo podrás disfrutar de una gran variedad de destinos, desde algunas de las ciudades más importantes del mundo como Londres, Nueva York, Sydney o Hong Kong (dependiendo de la ruta) a playas tropicales o islas desiertas. Y esa variedad de destinos implica una variedad de culturas, sabores y paisajes.
Las rutas
Otra de las particularidades de este tipo de viajes es que hay varias rutas establecidas que te permiten realizar la travesía en uno u otro sentido y por diferentes mares y océanos.
Las rutas más comunes son la del Pacífico, que visita Asia, Australia, Nueva Zelanda y América; la del Atlántico que recorre diferentes puertos de Europa, África, América del Norte y del Sur. También existe la ruta del Mediterraneo y el Canal de Suez con un recorrido que incluye Europa, África y Asia o la Ruta del Cabo de Hornos y la Antártida con visitas y escalas en Sudamérica, África, Oceanía y la Antártida.
Los barcos
Las embarcaciones que realizan este tipo de cruceros son diferentes del resto de cruceros, ya que se trata de viajes mucho más largos y las necesidades a bordo son distintas. Además se trata de barcos que deben estar preparados para navegar por diferentes mares y océanos en la misma travesía.
En líneas generales estas impresionantes embarcaciones están diseñadas para asumir un itinerario de varios meses y suelen tener más camarotes y servicios que los cruceros tradicionales, ya que los pasajeros pasan más tiempo a bordo entre una escala y la siguiente. En este sentido, estos barcos también suelen tener una mayor variedad de instalaciones, actividades y entretenimiento a bordo que ponen a disposición de los pasajeros.
Como puedes ver, un crucero de vuelta al mundo es un viaje muy especial por sus características o su duración, pero es a la vez una experiencia única y emocionante en la que podrás visitar multitud de destinos diferentes en una sola ruta, mientras disfrutas del lujo y las comodidades de viajar a bordo de una gran embarcación. ¿Te animas a probarlo?